Manzano Isidoro ,
Recensione: LUIGI IAMMARRONE: Giovanni Duns Escoto, Metafísico e Teologo: Le tematiche fondamentali della sua filosofìa e teologìa,
in
Antonianum, 75/2 (2000) p. 394-399
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Summary in Spanish:
Presentamos al público una obra de un autor franciscano, L. Iammarrone, muy conocido en el ambiente teológico actual. El autor fue Profesor de teología en la Pontificia Facultad Teológica "S.Buenaventura" que los franciscanos Conventuales regentan en Roma y, ahora, nos ofrece el fruto de esta labor suya de investigación en torno a temas escotistas.
El volumen es una colección de trabajos de investigación que nuestro estimado autor escribió en circunstancias diversas y según tiempos determinados y que no es el criterio de la publicación actual. En efecto, los temas están ahora recogidos y agrupados según un cierto principio de sistematicidad en vistas a dar una visión orgánica del pensamiento filosófico y teológico del grande y sutil Maestro franciscano.
En función de la sistematicidad a la que aludimos, el grueso volumen ( 857 páginas) está dividido en cuatro partes principales, a saber:
La primera está dedicada a los temas pertenecientes a una metafísica general con su correlato e imbricaciones mutuas de dependencias y repercusiones en la teoría del conocimiento. Su objetivo es la de hacernos comprender la "naturaleza" del ente según Escoto En torno a ese tema principal se tratan todos los armónicos principales que Escoto involucra: el de ser el ente el objeto propio de nuestro entendimiento, la intuición del ente, su univocidad, sus propiedades trascendentales, continuado con un cierto tratado de gnoseología escotista.
La segunda parte estudia y expone la idea que Escoto se hace del hombre en cuanto estructura óntica propia, su dinamismo preponderantemente volitivo, su ser individuo personal y la estructura material del ente finito material
La tercera parte se ocupa de la teología filosófica del Maestro franciscano: la existencia de un Ente Infinito, sus propiedades: su modo de ser infinito, simplicidad, inmutabilidad y "devenir" de Dios, su ciencia, voluntad y omnipotencia y el problema ético o de la moralidad.
La cuarta parte está dedicada a estudiar los temas fundamentales pertenecientes a una "Teología revelada". Los temas son los sabidos: La cuestión de la Trinidad de Personas, la Encarnación , la psicología humana de Cristo, el valor redentivo de la acción de Cristo, el privilegio mariano de la Inmaculada Concepción, el Primado Absoluto de Cristo, la divinización del hombre, terminando con una consideración sobre el carácter práctico de la teología como ciencia.
Como podemos ver por lo expuesto, Immarrone estudia y expone los puntos fundamentales del pensamiento escotista no dejando atrás ninguno que sea importante.
Ese "corpus" de la doctrina de Escoto están enmarcados dentro de un capítulo introductorio, de valor en sí y para sí considerado, en el que se trata de la grande discusión entre los Filósofos y los Teólogos de su tiempo y con la que Escoto comienza su Ordinatio. Ello sugiere a nuestro autor el marco donde encuadrar la división de los temas resumidos en las tres partes dedicadas a estudiar los aspectos, más bien filosóficos, del pensamiento escotista y la cuarta dedicada a estudiar los aspectos teológicos.
El grueso volumen se termina con una conclusión general que es una síntesis retrospectiva y orgánica de las posiciones de Escoto.
Algunos datos importantes de la vida de Escoto con una pequeña bibliografía sobre Escoto y dos índice, el uno onomástico y el otro de materia, cierran el volumen.
El volumen en cuanto tal no es un libro sobre Escoto. Se trata, en efecto, de la publicación en un volumen de los muchos trabajos que el P. Iammarrone ha dedicado a estudiar el pensamiento Escoto a lo largo de su vida y publicados en revistas científicas, preferentemente en "Miscellanea Francescana", órgano de la Facultad en la que enseñara nuestro autor.
Y aquí noto yo dos pequeños defectos, a saber: el de no haber indicado a pié de página al comienzo de un estudio determinado dónde fue publicado originariamente, tanto más que, sin advertencia alguna, se comienza a exponer el pensamiento de Escoto. Y no se diga que el volumen es ya de sí harto grueso. Al fin y al cabo, media página más no le hubiera redimido de esta su grande dimensión. Por lo mismo, hecho de menos una pequeña biografía del autor Iammarrone que, para los no expertos, hubieran avalado su competencia en los temas.
Cada capítulo es un trabajo redondo y que solamente nos lleva al siguiente de modo un poco extrínseco o por sucesión. Le falta engarce, pues. Lo cual es comprensible. A veces, esta sucesión rompe el ritmo del lector. De este modo no se comprende, por ejemplo, porqué el trabajo sobre la "individuación" se coloque dentro de la "antropología" y no dentro de la parte de la metafísica en general o al final del capítulo dedicado a estudiar la estructura filosófica del ente material que es, por lo demás, dónde lo coloca Escoto. Por lo mismo, no se entiende muy bien porqué el tema de la Inmaculada Concepción se trate antes del Primado de Cristo que es donde aquel privilegio tiene su fundamentación teológica. Y así podríamos ir enumerando otros pequeños inconvenientes que no quitarían mérito alguno al trabajo excelente del P. Iammarrone.
Como decía, cada capítulo es un trabajo redondo y tiene el valor que él tiene en sí. Y no en todos ha logrado nuestro autor atinar con lo genuino del pensamiento escotista sobre el tema y, sobre todo, casi nunca destaca sus ímplicitos. Porque yo creo que todo autor válido se sobrepasa en estos implícitos. Esto hace que haya diversas maneras de leer un autor y de exponerle. No vamos a entrar en esta cuestión. Solo decir que Iammarrone se mantiene en una línea tradicional de leer e interpretar a la que se añade una cierta voluntad concordista con el sistema tomista. En todo caso, la manera de hacer de Iammarrone se parece bastante a la manera cómo hizo el P. P. Minges. Incluso la manera de engarzar los temas para constituir su volumen se le asemeja en bastantes puntos. Pero esto no es de sí defecto alguno y el método de Iammarrone es perfectamente válido, pero con sus límites.
Hecho de menos también darnos sobre cada tema alguna bibliografía principal de autores consagrados que ya previamente han tratado los diversos temas.
En su conjunto es una obra benemérita que nos introduce y guía en los núcleos esenciales del pensamiento escotista.
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