Manzano Isidoro ,
Recensione: JOACHIM ROLAND SÖDER: Kontingenz und Wissen: Die Lehre von den "futura contingentia" bei J.Duns Scotus,
in
Antonianum, 75/2 (2000) p. 396-399
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Sommario in spagnolo:
Tenemos delante una "Dissertation" o lo que llamamos, en nuestro lenguaje más próximo, una tesis doctoral. Pero no es una tesis doctoral cualquiera. A mí me parece que se trata, me atrevería decir, de una tesis doctoral modélica, sobre todo para la hora actual en donde abundan tesis que no son otra cosa sino un escribir sobre algo a toda costa. En este trabajo de Söder se observan todas las leyes de un trabajo doctoral y con creces: método, análisis, distinciones oportunas y desarrollo armónico de un tema hasta llegar a su fin cumplido.
El tema propuesto como disertación es el tema de cómo se compaginen conocer sobre lo contingente de lo que ha de suceder y todavía no es. Es un problema que encontramos permanentemente en la historia del pensar, si bien las soluciones históricas del mismo y, en consecuencia, la problemática misma cambien asaz entre sí. Nuestro autor hace referencia a la situación en la que nos encontramos. No sólo es debida a una situación de comprensión humanística del Postmoderno, sino que se debe a la situación en la que se encuentra hoy la ciencia en cuanto Teoría Cúantica de lo real y sus implicaciones lógicas o de la Lógica Temporal.
Si el autor hace referencia a esta situación nueva es porque Escoto ha dicho cosas esenciales en torno a la "contingencia real y saber sobre la misma" que nos acercan al paradigma gnoseológico implicado en el modo de comprender de hoy.
El estudio de Söder se sitúa y parte de la problemática escotista de la hora actual en la que ya existen trabajos lógicos, tales como los de la escuela de Utrecht, en los que se trata de hacernos comprender la originalidad de la lógica modal implicada en la sistemática de Escoto, sino que existen trabajos que tratan de hacernos comprender el voluntarismo de Escoto bajo una nueva luz en un nuevo y más radical modo de pensar, pues que, si creemos a la ingenuidad cristiana que confiesa que Dios ha creado (y crea) el mundo "libremente", la libertad es simplemente el principio de lo real dado. La libertad y su filosofía no solo es uno de los momentos que modulan el pensamiento de Escoto, sino que es el principio que le colorea desde el principio al fin. Y si Dios ha creado como principio "libre", la contingencia radical o el "caos" como rumor de fondo de lo real es la contrapartida a un haber sido ( y que está siendo) creado el mundo por principio "libertad". Me ocupé de ello en varios trabajos, sobre todo en el publicado en "Via Scoti", en mi estudio "Sobre la contingencia" (Ant. 1992) y en otros.
Soder circunscribe su trabajo a desarrollar lo dicho y a explicitar los implícitos del pensamiento de Escoto en el horizonte en el que nuestro Sutil se lo planteó, esto es, en un ambiente teológico. En este ambiente el problema toma sentido por comparación y por hacer comprensible las cuestión formulada en términos del saber de Dios sobre los contingentes futuros que, según los teólogos, es un saber "inmutable, cierto e infalible" mientras que los contingentes son eso: contingentes
El ritmo del trabajo del autor, llevado con sumo rigor, es el de investigar el pensamiento de Escoto sobre este tema fundamental.
Lo primero que hace el autor es situar el problema desde el punto de vista de la historia para ir sacando fuera los momentos que compondrán los momentos del problema para Escoto. Y, naturalmente se comienza por Aristóteles que discute la problemática del carácter del saber sobre una batalla que tendrá lugar mañana, pero que puede que no acontezca. No es lo mismo, en efecto, el saber sobre que mañana saldrá el sol que el saber sobre si acontecerá una batalla o no. La rica problemática desarrollada por Aristóteles sobre el futuro contingente y los muchos elementos de solución fueron recogidos por la tradición filosófica del occidente y, de modo especial, por Boecio, que es uno de los autores que más está al origen del pensar escolástico en general y de este problema en particular. A esta raíz histórica occidental se le añade ahora la raíz árabe, de ideosincracia particular.
Un poco de contrapeso al necesitarismo implicado en las corrientes del pensamiento, occidental u oriental, lo ejercen las condenaciones famosas de las autoridades religiosas en el marco del pensar ya estrictamente escolástico: son, sobre todo, las condenaciones de los años 1270 y 1277. Estas condenaciones hacen también, de alguna manera, de principio histórico para comprender el pensar filosofico-teológico que viene después, el de Escoto en concreto.
Esta consideración histórica, llevada a cabo con rigor y conocimiento preciso, nos va descubriendo los momentos que componen el problema inicial que hay que resolver. En consecuencia, en el capítulo siguiente, el autor se pregunta por el fundamento del preguntarse sobre la contingencia y sobre la cuestión del fundamento de la contingencia.
Preguntándose por el fundamento de la pregunta, el autor va desarrollando las condiciones y las características de la pregunta misma. Y puesto que no podemos conocer "a priori" nada sobre el futuro o sobre lo contingente, se ahonda sobre el carácter de preguntarse sobre el contingente.
Preguntarse por el fundamento de lo preguntado, esto es, sobre la contingencia, es tanto como preguntarse sobre el fundamento real de lo contingente real (problema ontológico) por una parte y, por otra, es tanto como preguntarse sobre el fundamento del conocer del contingente (problema lógico). Son dos cuestiones que se incrustan e imbrican, pero que se distinguen. La primera va en la dirección de buscar un fundamento real que sea responsable y al que se deba el ser contingente en cuanto contingente y el segundo corre en la dirección del preguntarse sobre el valor de verdad de las proposiciones o afirmaciones que se refieren al futuro que no es, pero puede ser o no ser, aún cuando a la postre acontezca.
En todo el capítulo anterior el autor ha sido guiado por el pensar de Escoto, pues que se trata de hacernos ver cuál es el pensamiento de Escoto sobre el particular. De este modo, nos zambulle a los lectores un poco en el corazón del pensamiento del Sutil.
Pero más nos zambullirá en lo original del pensamiento de Escoto si continuamos leyendo el capítulo sobre "Contingencia y Voluntad". Yo aconsejaría a los que tratan de Escoto de eliminar el término de "voluntad" para introducir sistemáticamente el término de "libertad". Se debe a Escoto, en efecto, que, por primera vez, tengamos una teorización en la que el principio "libertad" adquiere un contorno definido y preciso.
Nuestro autor desarrolla de una manera precisa y con sumo rigor intelectual la enseñanza de Escoto sobre el particular y, de modo especial, desarrolla la cuestión del "origen- fundamento" del contingente en la libertad de Dios.
Alcanzada esta cima teórica, el autor nos va descubriendo los implícitos y consecuencias de esta posición, de modo especial, el problema del fundamento de la "temporalidad" o carácter "temporeo" del contingente en los capítulos siguientes. En un diálogo cerrado con las teorías entonces vigentes Escoto nos va descubriendo su propia posición.
En primer lugar, Escoto expone la explicación del contingente a partir de la Ideas de Dios. Estas son como los modelos según los cuales Dios pone el contingente en la existencia. A Escoto se le antoja que tal explicación no explica nada, pues que son explicaciones que implican una atemporalidad; esto es, no explican el "futuro" en cuanto futuro temporal. En consecuencia, Escoto centra, para exponer su propio modo de pensar, lo que nos dice una teoría "temporal" de tipo aristotélico- tomista. El diálogo de Escoto con Sto. Tomás es sutil y apasionante, que no apasionado. Una vez más, como en otros tantos momentos, Escoto elige al Angélico como dialogante principal y esto, no se olvide, porque ve en él la expresión última, la más precisa y afinada del pensamiento, en torno a ciertos problemas, en torno al nuestro en concreto.
En un resumen, el autor engarza su investigación particular y los resultados adquirido a la sistemática general del Sutil.
Si digno de elogio se hace nuestro autor por la precisión y exposición rítmica del pensamiento de Escoto sobre estos temas de sí difíciles, se hace digno de elogio superior por el texto de la Rep I A que nos da al final en edición crítica. Este texto es la base de la interpretación que nos ofrece de Escoto. El autor asume, como asumimos muchos, la posición de Wolter, a saber, que la Rep I A es la expresión última del pensamiento último del Sutil, si bien no definitivo.
Una amplia bibliografía tenida en cuenta, esto es, leída y, en consecuencia, bibliografía auténtica y veraz y que esté agente en el trabajo, tres índices, uno sobre los lugares de Escoto, otro sobre personas y el tercero sobre materias, cierran el estudio. Como añadido, se da un resumen en inglés. Lo alemanes que producen tanto y bueno en todo dominio no se avergüenzan de echar mano de la lengua universal: algo que deberían aprender algunos caciquillos de nuestro ambiente cultural latino.
¿Defectos en el estudio? Yo no encuentro ninguno. Es una obra magistral, pues. Lo cual no debería significar que Söder agote absolutamente todos los implicados en el pensamiento de Escoto. Como curiosidad, noto que no hay ni una sola referencia a lo que ensaña Escoto sobre la libertad en las QQ. in Met.. Ello, es verdad, no añadiría nada especial a lo expuesto sino, todo a los más, sería confirmación.
Sobre su impresión no hay nada que decir. No he encontrado ni un error de escritura.
En definitiva, tenemos con la "Disertación" de Söder un gran estudio sobre un aspecto funamental del pensamiento de Escoto. Los escotistas se verán complacidos y satisfechos.
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