Oviedo Lluis ,
Recensione: W. Kerber (Hrsg.), Die Wahrheit der Religionen ,
in
Antonianum, 70/3-4 (1995) p. 697-699
.
Summary in Spanish:
Bajo la forma de « Symposion », se nos presenta un nuevo título de la serie que la editorial Kindt plantea como « Fragen einer neuen Weltkultur » (Cuestiones en torno a la nueva cultura mundial). Debemos felicitarnos por la continuidad de dicha serie y de la fórmula que pone en práctica, que me parece un magnífico ejemplo de cómo rehabilitar el debate teórico, y de darle al mismo tiempo una forma disciplinada, susceptible de ser transcrita con cierto orden.
El tema del presente « symposion » es la « verdad de las religiones », y es abordado por cuatro autores, aunque los participantes en los coloquios que siguieron a las comunicaciones son muchos más (un total de 18), todos ellos especialistas en el ámbito académico de la teología y de las ciencias de la religión. Para conocer mejor el contenido de la obra, o el enfoque del tema de la « verdad de las religiones », sintetizamos las cuatro ponencias que forman su eje:
- H. Seiwert habla de « Lo específico de la verdad religiosa: fundación discursiva y pragmática de la pretensión de verdad religiosa » (15-43). El autor defiende fundamentalmente tres tesis: que no existe un criterio último de verdad para todos los ámbitos del conocimiento y de la acción, sino que los criterios de verdad son relativos al contexto al que se aplican, por ejemplo el científico o el religioso; que la verdad de las afirmaciones religiosas se decide en un plano discursivo en coherencia con sus afirmaciones básicas; y por último que existe una forma pragmática de acceso a la cuestión de la verdad religiosa, y que se refiere a su capacidad de afrontar carencias cognitivas o carencias prácticas.
- R. Schaeffler trata de « La multiplicidad de formas de la verdad religiosa y de su expresión lingüística » (73-109). Se plantea cuál es el tipo de pretensión de verdad que se contiene en las afirmaciones religiosas. La clave de esa verdad se expresa, según Schaeffler en la « acclamatio nominis », es decir, en la capacidad que la invocación religiosa tiene de crear una correlación entre el orante y la divinidad, a partir de la inserción en una tradición religiosa que se actualiza. El autor se refiere a esa verdad en términos de « verselbstándigung » (autonomía, autofundación): sólo dentro del «juego lingüístico » que establece la invocación se puede decidir sobre la verdad de expresiones religiosas, y plantear reglas que distingan la verdadera invocación de la « impía », y eviten la « anarquía » dentro de ese ámbito.
- H. Schwarz titula su aportación « Cuál es la verdad de las confesiones de fe? Significado de los credos para la conciencia de verdad de las religiones » (139-157). El interés de su estudio sobre los credos radica en establecer su carácter histórico (al menos en la tradición judeo-cristiana) y vincular a la historia su pretensión de verdad. Por supuesto que en un sentido más inmediato esa historia es pasado, en que Dios ha realizado su obra salvífica; pero la verificación del credo, y por consiguiente de la creencia religiosa, se plantea con fuerza también en el presente y se proyecta al futuro. Eso implica aceptar cierto riesgo y un estatuto « abierto » de la verdad que esos credos reivindican.
- B. Gladigow trata en su ponenecia de « Vinculación colectiva e identidad religiosa en las religiones politeístas y monoteístas » (183-214). Su método es la observación de las sociedades religiosas y su evolución, a través del papel que cumple la religión en las mismas. La cuestión de la verdad se desplaza en este caso al tema de la función religiosa en relación a las necesidades sociales. Mientras en sociedades arcaicas, constituidas sobre la base de unidad jerárquica-ritual, el politeísmo religioso elude la cuestión de la verdad, en sociedades que evolucionan hacia una mayor diferenciación funcional, necesitan una cohesión basada en la unidad dogmática religiosa. De ahí resulta la acentuación monoteísta y la importancia que dentro de ese ámbito tiene el tema de la verdad de lo que se confiesa.
Después de este repaso sobre el contenido de la obra (a lo que habría que añadir los debates que siguen a cada ponencia), puede percibirse cuál es la idea de « verdad » religiosa que está en juego. En primer lugar llama la atención que los dos primeros autores, Seiwert y Schaeffler sostengan posiciones asimilables a lo que se concoce como « inconmensurabilidad » e « intratextualismo » en la interpretación de la verdad religiosa, muy cercanos al conocido « fideísmo wittgensteniano ». Quizás haya que interpretarlo como un síntoma de por donde van algunas posiciones en la filosofía de la religión y en la apologética actual, pero considero que no sería positivo abandonar la confrontación con la razón en un sentido más amplio y ambicioso, como siempre ha hecho la apologética cristiana.
Por otro lado se echa de menos en esta obra una referencia a los problemas que derivan del « pluralismo religioso », de máxima actualidad. Da la impresión de que se obvian dichos problemas y que los autores se orientan más hacia un esfuerzo por conocer las « estructuras » de la verdad dentro de cada religión, sin plantear el tema de la relación entre esas distintas formas de concebirla.
A pesar de esas limitaciones considero que este es un libro importante, que los autores ofrecen admirables síntesis de su pensamiento y que los debates que se suscitan son de gran interés para profundizar el tema de la verdad de la religión.
|