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Recensione: José Fernando Toribio Cuadrado, El Viniente. Estudio exegético y teológico del verbo ερχεσθαι en la literatura joánica

La obra reproduce fundamentalmente la tesis presentada en la Gregoriana de Roma en el 1992. El título especifica bien el tema y el horizonte del mismo. El ver­bo « venir » en sus diferentes tiempos, apoyándose en sus preposiciones comple­mentarias, es estudiado sistemáticamente en el Apocalipsis, en las cartas de Juan y en el cuarto evangelio. A lo largo de la exposición se puede contemplar un desa­rrollo ordenado que facilita su lectura. Como es lógico debido a la elección del te­ma, el autor analiza los textos del bloque joánico, donde aparece este verbo. Por consiguiente, el filón es facilitado por la red terminológica existente en esta sección del NT. El análisis detecta minuciosamente versículo tras versículo, capítulo tras ca­pítulo la presencia de la terminología mencionada. Después de una introducción para delimitar el estudio, subrayando los aspectos no estudiados por los éxegetas respecto a este verbo, la obra se compone de dos partes: una, la primera, dedicada al significado lingüístico del verbo en sus múltiples relaciones; la segunda, recogien­do los resultados anteriores, sistematiza el pensamiento, convirtiéndose en una exposición de teología bíblica. En ambas partes se sigue el orden establecido: Apo­calipsis, cartas, evangelio, formando un díptico.

Respecto al procedimiento en la primera parte, la referida al Apocalipsis, está bien desarrollada; se valoran la relaciones de la terminología dentro el Apocalipsis y del AT, indicándose al mismo tiempo una serie de correspondencias, quedando enriquecido el cuadro presentado; la sección dedicada a las cartas adolece a nues­tro a parecer de una laguna: no queda bien clarificado quienes son los oponentes del presbítero, pues el autor es partidario de ver en los oponentes miembros de la comunidad que ofrecen una interpretación diferente de la tradición de Juan, crean­do una cierta ambigüedad en la transcurso de la lectura; el seguimiento terminoló­gico en el evangelio es armónico, resaltándose claramente los aspectos teológicos en sus diversas acepciones. En esta parte las notas a pie de página son necesarias, pues el autor argumenta teniendo presente sus aportaciones. En su conjunto esta primera parte a veces resulta sobrecargada de datos, no siempre necesarios, ya que distraen a veces del tema o sencillamente resultan repetitivos.

La segunda parte, centrada en la evolución teológica del verbo « venir » en el movimiento jóanico, más breve, presenta un análisis bien logrado y estructurado. El lector puede apreciar ordenamente los resultados de la primera parte, a veces un poco dispersos. Resultan clarificadoras las conclusiones presentadas en las págs.

236-238; 288-290; 370-372 sobre el Apocalipsis, cartas y evangelio respectivamente, pues se contempla en pocas páginas el resultado de la investigación de los capítulos precedentes. Son muy sugerentes la conclusiones finales, donde se aprecian nítida­mente los objetivos propuestos por el autor: el modo cómo Cristo continúa presen­te en la historia actual, la relación entre escatología e historia, la actualización en la comunidad litúrgica, desglosadas por el autor en relativización del lenguaje tem­poral, escatología intensiva (personalización cristológica del lenguaje escatológico, movimiento paralelo de ida a Cristo, contactos entre escatología e historia, una his­toria cristificada, revelación continua, intensificación de la presencia y parusía).

Es una obra, que purificada de algunos datos sobrantes, nos acerca a una rea­lidad fundamental como es la vivencia de la fe, mirándonos en la palabra divina des­de nuestra realidad concreta, personal y comunitaria. Los textos del Apocalipsis recobran,así,su frescura, siendo expuestos con la mirada puesta en la lectura actual en el seno de la comunidad litúrgica. Bajo el punto de vista científico el autor ha logrado reunir una ingente bibliografía, usada puntualmente, alcanzando así el estudio sobre esta parte del NT un laudable mérito, pues no es frecuente encontrar estos aspectos teológicos y literarios tratados con esta profundidad y con este rigor.