Oviedo Lluis ,
Recensione: Walter Kerber (Hrsg.), Menschenrechte und kulturelle Identitat ,
in
Antonianum, 68/2-3 (1993) p. 407-408
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Sommario in spagnolo:
La cuestión de los «derechos humanos» se ha convertido en una especie de «tema-estrella» en los últimos tiempos, y no sólo en el campo estrictamente jurídico, donde algunos empiezan a considerarlo como la forma de la verdad jurídica, una alternativa al derecho puramente positivo y de procedimiento. Los derechos humanos conocen una especial relevancia también en el terreno de lo ético, por motivos similares, y en la representación de las relaciones internacionales, o en general, de la política en su sentido más amplio y ambicioso.
La obra que comentamos tiene la ventaja de lo sencillo y de lo profundo, del planteamiento concreto, que afronta problemas urgentes en torno a ese tema, y del análisis riguroso que no elude las paradojas y dificultades asociadas a esa especie de «propuesta fundativa» o «regulativa», cuya reflexión implica a los ámbitos de la filosofía y la teología.
Siguiendo la fórmula del «symposion», el libro recoge cuatro grandes ponencias y los debates que provocaron. Las ponencias son:
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O. Hóffe: «Intereses trascendentales: sobre la antropología de los derechos humanos». Se trata de una propuesta de fundación trascendental de esos derechos más allá de lo que el autor denomina «antropologías parciales», es decir demasiado vinculadas a tradiciones culturales o a momentos históricos. El punto de llegada lo constituye el principio de «capacidad de acción» («Handlungsfáhi-gkeit») dentro de una perspectiva social, y libre de las estrecheces del planteamiento liberal.
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W. Pannenberg: «Raíces cristianas de la idea de dignidad humana». Frente a la propuesta anterior, se afirma la necesidad de fundar los derechos humanos en la convicción, que no puede ser más que religiosa, de la dignidad personal; sin ella, ni el esfuerzo de fundación racional, ni la idea de libertad, pueden dar una consistencia suficiente a los «derechos humanos»
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H. Scholler: «Puntos de conexión para una recepción de los derechos humanos occidentales en la tradición africana». Como su título indica, se trata de rastrear en determinadas tradiciones culturales del África, los equivalentes a ese derecho fundamental. La intención de fondo es salvar la inculturación de los «derechos humanos», de todo abuso o imposición destructiva para las propias tradiciones comunitarias.
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W. Schild: «Derechos humanos como fundamento de una Constitución mundial». En este caso el autor se pregunta, partiendo de Hegel, sobre las posibilidades reales de un proyecto de norma jurídica válida para todos los hombres. Una respuesta positiva está condicionada a la transformación del concepto de «derechos humanos», que no debería apoyarse tanto en la idea de «libertad arbitraria» («Willkürfreiheit»), sino en la de «auto-determinación» («Selbst-Bestim-mung»), en el sentido de auto-limitación, en función de la libertad de otros, de la convivencia.
Todas las ponencias tienen una orientación claramente polémica que el lector agradece, ya que facilita la asimilación de las ideas expuestas. Ese carácter se acentúa más a través de las discusiones entre ponentes y otros participantes en el «symposion», que la obra recoge. Encuentro especialmente interesante y clarificadora la discusión que protagoniza el conocido teólogo protestante W. Pannenberg en torno a la relación entre fe cristiana y fundación, o al menos motivación, de los derechos humanos, teniendo en cuenta el contexto secularizado, y las dificultades que la diferenciación del ámbito ético y sobre todo jurídico, plantean de cara a esa reivindicación. Sólo echamos en falta la mención de Francisco de Vitoria y de Francisco Suárez, de la Escuela de Salamanca, entre los antecedentes cristianos de dicha doctrina jurídica, que incomprensiblemente han sido olvidados por el autor de ese texto.
El libro es un buen punto de partida para la reflexión, o incluso para su continuación, en torno a los problemas que plantea el proyecto fundativo de los «derechos humanos» en un tiempo en que muchos consideran urgente dar un contenido más sustancial al marco jurídico y ético de las relaciones políticas y sociales. Esperemos que dicha reflexión pueda ser continuada, quizás por los mismos autores, a través de estudios de mayor amplitud.
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