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Recensione: E. Vilanova, Historia de la Teología cristiana. Vol. III. Segles XVIII, XIX i XX, amb la collaboració de J. Hereu i Bohigas, Facultat de Teología de Catalu¬nya

Es la continuación y el coronamiento de los volúmenes I (785 pp.) y II (660 pp.) que el autor ha publicado sobre la historia de la Teología, en la colección «Sant Paciá» de la Facultad Teológica de Cataluña: los tres volúmenes, en ca­talán.

Para mí ha sido una gozada intelectual repasar las grandes líneas del de­sarrollo teológico en la Iglesia desde el siglo XVII, con tantos nombres de pen­sadores que han contribuido a este desarrollo que llega hasta nuestros propios días.

Esta historia se estructura en 4 partes: I^a) La era de la razón en sus ini­cios, con insistencia (dentro de la brevedad de esta parte) en los filósofos del siglo XVII; 2^a) el Iluminismo o la «Ilustración», y su problemática teológica, llegando hasta la Revolución francesa inclusive; 3^a) Del Romanticismo y la Re­stauración; 4^a) Del Vaticano I al Vaticano II; a esto sigue un amplio apéndice

sobre los últimos desarrollos teológicos ya en nuestros mismos días, como un balance de las perspectivas actuales: la teología católica en los primeros veinte años del postconcilio.

La exposición es sintética, con grandes panorámicas generales sobre el de­sarrollo histórico del pensamiento en cada período; y, al mismo tiempo relati­vamente precisa con la indicación y calificación de los principales autores con sus obras y los estudios más actualizados sobre cada uno. Ello permite seguir bien la evolución de las ideas, con los principales problemas de fondo; y sirve a encuadrar debidamente cada uno de los autores o movimientos dentro de sus respectivos marcos históricos. En cuanto la realidad histórica lo permite, dedi­ca especiales atenciones a la modesta aportación de España, y de Cataluña en particular, al desarrollo teológico durante estos siglos.

Evangelista Vilanova, autor de varios escritos teológicos y litúrgicos, mue­stra conocer bien tanto la historia de la teología como las corrientes teológicas y eclesiales del momento presente. Y, por cuanto sea delicado expresar las pro­pias apreciaciones sobre tantos problemas debatidos, sobre todo cuando se tra­ta de cuestiones aun pendientes, el autor no rehuye el hacerlo desde posiciones muy renovadoras, en la línea del Concilio Vaticano II; ha sabido apoyarse bien en los teólogos «conciliares», sobre todo en Chenu, Congar, De Lubac y K. Ra-hner.

Los capítulos propiamente filosóficos, que justamente incluye para que mejor se comprenda la evolución de las ideas, están redactados por Josep He-reu i Bohigas (como se precisa bien en la p. XV nota 2). El prólogo se debe al italiano Giuseppe Alberigo.

En su conjunto la obra resulta de grande interés, sea para asimilar la hi­storia de la teología, sea también para orientarse en la situación fluctuante del pensar teológico en la Iglesia de hoy. El hecho de su publicación en catalán si­gnifica un paso muy positivo en la línea conciliar de la inculturación teológica de todos los pueblos; solo que ello limita los potenciales lectores de la obra. Bien merecería una amplia difusión.