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Recensione: FOELZ S., Gewissheit im Suchen. Gabriel Mareéis konkretes philosophieren auf der Schwelle zwischen Philosophie und Theologie

Algunos creen que la filosofía es un decir incontrolado al que, por añadidura, le falta contenido. Y esto no es verdad. Incluso en los así llamados existencialistas, cuando son filósofos de verdad, dicen y expre­san contenidos en una cierta lógica. Y esta profundidad de su decir se manifiesta cuando un auténtico investigador trata de aquilatar y expresar los conceptos fundamentales de cualquiera de ellos. Y esto es lo que tenemos aquí en esta obra: un filósofo, Gabriel Marcel, expuesto con método apropiado por un investigador.

La filosofía de Marcel se caracteriza por un continuo buscar (suchen), inquirir y por un no dejar de hurgar en la zona humana de la esperanza.

Es la esperanza el existencial fundamental de la existencia del hombre. Es una zona del hombre que se encuentra a la raiz del filosofar y a la raíz de su autojustificación como creyente. El autor del estudio sobre Marcel lo indica en el subtítulo. Este existencial fundamental de Marcel va a ser el objeto del estudio de Foelz en dos pasos principales: el hurgar mismo de Marcel y la reflexión marceliana sobre el hurgar. En el fondo, se trata de un estudio del camino recorrido por Marcel y de una reflexión sobre el camino recorrido.

La primera parte está dividida en dos capítulos y que nos van a revelar dos aspectos fundamentales del mismo tema: la participación con­creta. En consecuencia, tratará de profundizar y analizar la participación en sus múltiples aspectos: la participación del pensar al ser, de la per­sona al ser, de la realidad concreta al ser (pp. 13-90). En el segundo capítulo (pp. 91-174) tratará el aspecto de encarnación de esa participa­ción en el sujeto humano. Es este, el ente encarnado, el lugar de reali­zación por antonomasia del misterio del ser. En concreto, estudia el ser personal, el ser personal en el cuerpo, el ser personal en el cuerpo como lugar de la participación ontológica y de la responsabilidad. En todos estos dominios lo que interesa al autor (y a Marcel) es encontrar el honta­nar de la inquietud vivida en seguridad y que es, al miemo tiempo, el origen del inquirir  (suchen).

En la segunda parte, se trata de poner en evidencia los momentos reflexivos y metodológicos, puestos por Marcel en acto cuando él refle­xiona. Esta parte la divide Foelz en tres capítulos en los que se estudian tres caracteres fundamentales del « Suchen », del buscar: el carácter ina­cabado del « buscar », al menos de no llegar a un término fijo y objetivo (pp. 178-236), el carácter existencial del buscar (pp. 237-316), y la dimen­sión antropológica del buscar mismo  (pp.  317-406).

El trabajo se termina con un índice de nombres. La bibliografía, abundante, la coloca el autor al comienzo del libro.

Más que los requisitos formales del método empleado (que son per­fectos) me ha impresionado la perspicacia del autor en desentrañar el pensamiento de Marcel, tan rico por otra parte, centrándolo sobre esa inquietud originaria en la que se inscribe e inserta la dimensión fiducial y de la esperanza del hombre.