Vazquez Janeiro Isaac ,
Recensione: Synodicum hispanum, dirigido por Antonio García y García. I: Galicia, por A. Bernal Palacios, E. Cal Pardo, F. Cantelar Rodríguez, E. Duro Peña, A. García y García, A. Gutiérrez Rodríguez, E. Valiña Sampedro,
in
Antonianum, 56/4 (1981) p. 837-839
.
Sommario in spagnolo: La historiografía moderna está cultivando el tema de los sínodos diocesanos con creciente interés y bajo múltiples aspectos. Y es que estos sínodos locales, por su inmediatez con la realidad humana, proporcionan las más variadas informaciones para conocer no sólo la vida eclesial en cuanto tal, sino también la demografía, la cultura, el arte, las supersticiones, el folklore, etc. Este interés puso de manifiesto la necesidad de tener a la mano, y en ediciones fidedignas, las constituciones sinodales, sobre todo, las de los sínodos medievales, pues en la antigüedad no hay sínodos diocesanos propiamente dichos, los de la alta edad media corresponden a otro contexto histórico, y las constituciones diocesanas modernas, por lo general, fueron editadas a su debido tiempo. Se han realizado ya trabajos importantes, en este sentido, en diversos países de Europa. Así, para Francia, A. Artonne-L. Guizard-O. Pontal prepararon un census de las fuentes primarias para la futura edición de los sínodos franceses; algo parecido ha hecho para Italia S. Da Nadro; y, por este camino, van a la cabeza Inglaterra y Polonia, que tienen ya hecha la edición de sus sínodos diocesanos y concilios provinciales, gracias a F.M. Powicke-Ch.R. Cheney y a J. Th. Sawicki, respectivamente.
Con este primer tomo del Synodicum híspanum, la Península Ibérica entra también a formar parte de este especial mercado común europeo. La obra, que en su día comprenderá al menos 12 tomos, no es el resultado del trabajo aislado de un individuo, ni de dos o de tres, ni podía serlo, dada su complejidad; colaboran en ella nada menos que cuarenta especialistas de diversas nacionalidades, invitados y dirigidos por el ilustre profesor de Salamanca, A. García y García, quien a su proverbial capacidad de trabajo une dotes organizadoras nada comunes, ya experimentadas anteriormente en iniciativas similares, como por ejemplo, en la puesta en marcha y constante dirección del Repertorio de historia de las ciencias eclesiásticas en España, del que van publicados ya 7 volúmenes.
El primer tomo del Synodicum está dedicado a Galicia; el segundo se ocupará de Portugal; los restantejs están reservados a cada una o a dos juntas de las otras regiones de España.
Contiene este primer tomo la edición crítica de los sínodos celebrados en las cinco diócesis gallegas de Lugo, Mondoñedo, Orense, Santiago de Compostela y Tuy, desde el concilio IV de Letrán (1215) hasta la conclusión del concilio de Trento (1563). Son en total 93 sínodos; de 32 los editores sólo dan noticia documental de su celebración, sin que se conozcan las constituciones; de los restantes 61 se conoce el texto, que se edita críticamente.
La más desafortunada resulta ser la diócesis lucense, de la que se conocen sólo 4 sínodos y sin texto; las otras diócesis siguen este orden de preferencia: por los sínodos celebrados, Santiago y Orense (28), Mondoñedo (24), Tuy (9); por textos conservados, y ahora editados, Santiago y Mondoñedo (19), Orense (14), Tuy (9). Cronológicamente, la mayor actividad sinodal gallega, según los datos conocidos, corresponde al siglo XV con un porcentaje del 37,63%.
Las normas metodológicas, que el lector puede ver en las páginas introductorias, han sido estudiadas en sus mínimos detalles. Por poco que se examinen los textos editados y sus respectivas introducciones, uno se convence de que aquellas normas no quedaron en letra muerta, sino que se han aplicado con todo esmero. Así se ha evitado el mayor peligro que acecha de ordinario a este tipo de obras en colaboración, o sea, el de no ser sino un conglomerado de trabajos individuales sin otra unidad que la que resulta de una yuxtaposición material.
Además de esta cualidad de la uniformidad metodológica, que acabamos de resaltar, el Synodicum hispanum se impone ya desde este primer tomo por su seriedad científica en la búsqueda de las fuentes y en la impecable edición crítica de las mismas. En su día — que no será, ciertamente, lejano — se impondrá también por la magnitud de su mole.
No podemos menos de alegrarnos por la aparición de colecciones como éstas, que ponen en manos de los investigadores materiales de primerísima mano. Por ello, merecen vivos plácemes la Biblioteca de Autores Cristianos que edita la obra, la Universidad Pontificia de Salamanca, que la patrocina, y, naturalmente, los dirigentes y colaboradores, que la realizaron.
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