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Recensione: BALBINO VEEASCO BAYÓN, Historia de Cuéllar

Las monografías de historia local, si están hechas por un especialista y en contacto con las fuentes, constituyen una valiosa aportación para escribir luego la historia general. Estas condiciones concurren en la presente monografía; y es éste el mejor elogio que se puede hacer de la misma. La segoviana Cuéllar, enclavada en la Vieja Castilla, es una villa cargada de historia, tanto en el aspecto político como eclesiástico. El A. traza sus avatares desde los  tiempos  más  remotos  hasta el momento presente, en forma elegante y con dominio de la bibliografía y de las fuentes documentales; justamente destaca los valores religiosos y cultu­rales. Y a propósito de estos últimos, no veo citada una Biblia latina de Cuéllar, que debió de ser interesante; ella y otra de Madrid eran — según afirmaba el rabino Mosé Arraguel hacia 1430 — « muy más conformes al ebrayco, que la que oy es en la Egleia vulgar» (J.L. ViUanueva, De la lección de la sagrada Escritura [Valencia 1791] clvii). Abundan también las noticias sobre conventos, teólogos y misioneros franciscanos. Observa­ciones insignificantes: se cita de pasada a « Fr. Luis de Oliveros OFM »; de ser de Cuéllar, como es muy probable, este personaje merecería en futuras ediciones una mayor atención; para comenzar, su apellido verda­dero es « Olivera»; el segundo apellido del teólogo tridentino, Francisco de Orantes, aparece fluctuante: ViUanueva (p. 243), Villena (p. 694).

En las láminas aparecen reproducidas interesantes obras de arte que existen o existieron en Cuéllar; no pocas de tema franciscano.