Galeano Adolfo ,
Recensione: David F. Ford, (Ed.), The Modern Theologians. An introduction to Christian theology in the twentieth century. 2 vols. ,
in
Antonianum, 65/4 (1990) p. 472-473
.
Tenemos aquí una obra de presentación de los teólogos y corrientes teológicas del siglo veinte. Pero se trata de un visión, como lo señala claramente el editor, anglo-americana, y de tendencia marcadamente protestante. A través de esta presentación se trata de mostrar cómo la fe cristiana, tal como aparece en la Biblia, en la tradición, y en las formas de vida creadas durante muchos siglos, se confronta con la modernidad liberal-secularizante.
Los autores de los artículos son todos especialistas de las grandes universidades de los Estados Unidos y de Inglaterra. Todos siguen un mismo modelo de presentación de cad uno de los teólogos y teologías: introducción, visión genérale, contenido, logros, perspectiva futura y una corta bibliografía. Cada uno de los dos volúmenes contiene al final un glosario de los principales términos teológicos usados y una lista de fechas importantes.
Una vez que el marxismo-comunismo ha perdido su fuerza interna y su capacidad de convicción, queda para el cristianismo, en el mundo de hoy, el gran reto llamado de la modernidad.
Esta ideología que empezó con el llamado «Iluminismo» declara la total autonomía del hombre frente a la religión y a la fe. Toda la teología contemporánea, en particular la protestante, ha sido un esfuerzo por responder a tal desafío. Sin embargo, en la manera de responder, las posiciones varían grandemente. Desde la posición de los teólogos llamados de la modernidad, como Bultmann y Pannenberg, que intentan reinterpretar el cristianismo desde un filosofía moderna, el existencialismo para Bultmann y el historicismo racionalista para Pannenberg, pasando por aquellos que toman una actitud de diálogo con la modernidad, concediendo bastante a sus valores, come P. Tillich, en el campo protestante, y H. Küng y E. Schillebeeckx, en el campo católico, hasta aquellos que dan un vuelco total al desafío de la modernidad y de la razón humana para proclamar el desafío de la fe cristiana. Tal es el caso de K. Barth, por parte del protestantismo.
No deja de ser extraño que en esta obra no se considere al más grande teólogo católico del siglo XIX, que elaboró una teología en lucha contra la modernidad liberal, fundamentándose, no ya en la Sagrada Escritura, como Barth, sino en la tradición de la Iglesia y en una espiritualidad arraigada en la conciencia viva de la Providencia divina. Nos referimos a John H. Newman. Nos extrañamos de esta ausencia, porque se trata de una obra anglo-americana, precisamente el contexto socio-cultural de Newman, nacido en Londres en 180J. El acentuado enfoque protestante de la obra sería lo único que justificaría esta ausencia, pero dado que se consideran también teólogos católicos como Rahner, Lonergan, von Balthasar, Congar, Schillebeeckx y Küng, no vemos razón para no haberlo tenido en cuenta. Sólo se hace una referencia a Newman al señalar su influjo en Lonergan.
Por lo demás, una de las primeras impresiones que se tienen al leer estos dos volúmenes es la inmensa influencia de K. Barth, en los teólogos y las corrientes teológicas del siglo XX. De hecho, el primer tomo comienza con la presentación de K. Barth por parte de R. W. Jenson, teólogo norteamericano y profesor de teología sistemática en Minnesota. Como este mismo lo segñala, el pensamiento barthiano está totalmente determinado por la modernidad, en cuanto que el contexto y el objetivo a cuyo desafío intenta responder es la teología liberal, que tiene en F. Schleiermacher su máximo representante.
El influjo de Barth, como lo muestran los distintos artículos de esta obra, se deja sentir directamente en D. Bonhoeffer, Th. Torrance, E. Jüngel, R. Bult-mann, W. Pannenberg y J. Moltmann, todos protestantes, y en los teólogos católicos H, Küng y H. Urs von Balthasar.
El primer volumen se ocupa de las grandes figuras de la teología europea moderna, sin pretender ser exhaustivo en este sentido. El segundo volumen considera las distintas corrientes teológicas, no sólo europeas. Empieza por señalar las anglo-americanas: el realismo teológico de R. y H.R. Niebuhr, los revisionistas y liberales, la «Process theology» inspirada en A.N. Whitehead, y la teología postliberal. Viene después una presentación de la corriente llamada evangélica, que es de la ortodoxia protestante, y la teología de la cristianidad ortodoxa oriental hoy. En la cuarta parte del segundo volumen aparecen las teologías de los grupos que se consideran oprimidos: teología de la liberación, teología negra, teología asiática y teología feminista. Por último, se da una presentación de las llamadas teología ecuménica y teología de las religiones.
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