Rivista Antonianum
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La familia franciscana constituye un mosaico de extraordinaria complejidad, inspirado por la vida, el testimonio y los escritos de San Francisco de Asis. Para los historiadores, teologos y filosofos, el entramado institucional del fransciscanismo es, sin duda, muy enmaranado, y requiere una explicacion detallada. El carisma franciscano ha tenido, y sigue teniendo en nuestros dias, una renovada vitalidad, si bien el mensaje de San Francisco de Asis presenta, en su conmovedora sencillez, una serie de dificultades hermeneuticas tan importantes, que resulta complicado interpretar sus testimonios a la luz del signo de los tiempos.

Ciertamente, la propia orden, al igual que la de los dominicos –fundada como orden mendicante en la misma epoca- ha ido manifestando diferentes corrientes y tendencias para preservar el mensaje de humildad del Santo de Asis. El libro que aqui se resena es una introduccion clara y concisa al franciscanismo, a su tradicion y a su espiritualidad. A traves de una seleccion de personalidades y de textos, los autores del libro dan unas rapidas pinceladas sobre la estructura y el carisma de la numerosa y prolifica familia franciscana.

Desde luego, los autores son miembros destacados en el conocimiento de esta historia espiritual e institucional, y su pluma sirve para aclarar, en pocas palabras, las principales dudas que puede tener el lector curioso sobre la historia del franciscanismo y de sus personajes mas queridos, respetados y hasta venerados. El capuchino Regis J. Armstrong, catedratico en la Catholic University of America, e Ingrid J. Peterson, religiosa de la tercera orden regular y profesora jubilada de la Saint Bonaventure University, salen mas que airosos de esta dificil prueba de sintesis.

El libro recoge una concisa introduccion, en la que diferencia las tres ordenes regulares de franciscanos. La explicacion es clara, gracias a que los autores no entran en los problemas de division de cada una de ellas. Se exponen las ideas generales sobre el desarrollo historico de la familia franciscana y, sobre todo, se hace un especial enfasis en las reformas de 1517 y en las del papa Leon XIII quien, en la llamada ≪Union Leonina≫, agrupo los diferentes grupos observantes, salvo los capuchinos, en una unica orden, la llamada ≪Orden de Frailes Menores≫.

Hubiera sido interesante una presentacion menos irenista y conciliadora, y tal vez mas esquematica de las escisiones de la familia fransciscana, tan dada a la savia renovadora y a las sutiles diferencias. Hubiera sido preferible, tal vez, un simple esbozo de las diferencias entre las ramas de la primera orden: el Ordo fratum minorum conventualli (O.F.M. Conv), el Ordo Fratrum Minorum (O.F.M.), y el Ordo Fratum Minorum Cappuccinorum (O.F.M. Cap.), cuyas diferencias entre si son esenciales para conocer las visiones e interpretaciones sobre el legado doctrinal y la espiritualidad de su fundador.

Para la segunda orden de San Francisco, hubiera sido deseable, quizas, una mayor explicitacion de la division entre Ordo Sanctae Clarae (O.S.C.), fundadas por San Francisco y Santa Clara, y el Ordo Santae Clarae Capuccinarum (O.S.C. Cap), fruto de la reforma de Maria Lorenza Longo. Obviamente estas diferencias requeririan una larga explicacion, fuera de la intencion compilatoria de los autores, aunque no esta de mas presentar la familia franciscana en todas sus facetas.

En lo tocante a la tercera orden, es necesario distinguir, como hace el libro, entre la tercera orden regular y la tercera orden seglar. Sin entrar en las controversias, se impone explicitar los problemas de la importantisima tercera orden seglar, fundada tambien por San Francisco y compuesta por devotos de ambos sexos que viven en el mundo y siguen una regla, cuyas vicisitudes han ido cambiando, asi como la no menos compleja tercera orden regular (Tertius Ordo Regularis Sancti Francisci), gobernada desde mediados del siglo XV por su propio ministro general. Un aspecto delicado que no trata el libro es el de las nuevas fundaciones del carisma franciscano, es decir, los nuevos retonos que han ido naciendo del viejo tronco de la espiritualidad franciscana y que renuevan, no solo la familia de los seguidores del Santo de Asis, sino tambien la Iglesia entera. Muchas congregaciones de terciarios regulares son nominalmente franciscanas, aunque actuan de forma autonoma o estan bajo jurisdiccion episcopal.

El libro, por lo tanto, y pese a su titulo, no pretende explicar tanto la tradicion franciscana, cuanto mostrar el desarrollo de las diferentes vias a traves de los documentos y de las vidas ejemplares de santos y de beatos. En el libro aparecen no solo San Francisco de Asis, sino tambien San Antonio de Padua, San Buenaventura o Junipero Serra. Entre las clarisas, amen de su fundadora, se glosan las vidas de Catalina de Bolonia o de la mistica Veronica Giuliani... y se repasan asimismo algunas vidas de terciarios especialmente distinguidos. El libro concluye con las nuevas reglas de la orden franciscana, aprobadas por los papas Pablo VI y Juan Pablo II. Estas se pueden comparar con otros textos tambien presentes en el libro, como por ejemplo la regla de los hermanos menores (pp. 11-16).

En los tiempos actuales la filosofia y la teologia han vuelto a repensar el concepto de “tradicion”, en el marco de la fenomenologia y de la hermeneutica, siguiendo tambien las directrices del Concilio Vaticano II. Desde luego, lo que se entendia como “tradicion” de la Iglesia, considerada despues del Concilio desde un prisma contextualista, adquiere en las ultimas decadas una nueva dimension.

De hecho, autores como Alasdair MacIntyre han considerado que debe trazarse una “tradicion catolica”, en la se presenta una vision claramente selectiva de las distintas opiniones. En su libro A Selective History of the Catholic Philosophical Tradition (Rowman & Littlefield, Lanham, 2009), MacIntyre parece firme en su voluntad de marginar el franciscanismo (en sus multiples escisiones intelectuales e institucionales) de las corrientes espirituales y filosoficas de la tradicion catolica, cuando el fransciscanismo es una de las tradiciones mas robustas, anejas y representativas de la filosofia y la teologia catolica.

Sin embargo, este libro huye, por ejemplo, de la ambicion intelectual del tratado de Jose Antonio Merino: Historia de la filosofia franciscana (Madrid, BAC, 1993) o de las obras dirigidas por este eminente catedratico del Antonianum y por Francisco Martinez Fresnada: Manual de teologia franciscana (Madrid, BAC, 2003) o Manual de filosofia franciscana (Madrid, BAC, 2004), que compendian muy bien el valor de la tradicion de los hijos e hijas de San Francisco, asentada principalmente en la obra de Duns Scoto, y matizada por tantos otros.

La ausencia del Doctor Sutil y la presencia de San Buenaventura, por ejemplo, muestran la intencion de esta obra, en la que el titulo “tradicion”, queda muy matizado por el subtitulo “Espiritualidad en la Historia”. En el libro, con todo, aparecen indicaciones bibliograficas concretas de bastante valor, que muestran las fuentes sobre las que se basan cada una de las semblanzas.

Sin duda, se trata de un libro bien escrito y bien pensado, pero destinado mas al corazon que a la razon. No en vano, la tradicion franciscana ha ensalzado la voluntad sobre la razon, y la humildad como forma de ver el mundo y permanecer en el. Quienes buscan en la obra los grandes alardes intelectuales y una retahila de sabios (que sin duda posee la familia fransciscana), encuentran una vision mucho mas humilde y sencilla, que antepone los hombres y las mujeres santos a los sabios. Este es el mensaje de este libro, que encierra -aun sin mentarlo especificamente- en su conmovedora naturalidad, las semillas mas genuinas de la espiritualidad y de la “tradicion” franciscana.