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Datos sobre la publicación:
Recensione: Marco Guida, Una leggenda in cerca d’autore. La Vita di santa Chiara d’Assisi. Studio delle fonti e sinossi intertestuale

 
 
 
Foto Uribe Fernando , Recensione: Marco Guida, Una leggenda in cerca d’autore. La Vita di santa Chiara d’Assisi. Studio delle fonti e sinossi intertestuale, in Antonianum, 86/1 (2011) p. 151-156 .
Sumario en español:

La cuestion relacionada con el autor de la Legenda sanctae Clarae virginis ha sido debatida durante mas de siete siglos y medio. A lo largo de ese tiempo se han propuesto diversas hipotesis, entre las cuales una se la atribuye de forma generica a un anonimo funcionario de la curia pontificia, otra sugiere timidamente el nombre de fray Marcos de Montefeltro, asistente de las Damianitas, quien a su vez formo parte de la comision examinadora del proceso de canonizacion de Clara. El nombre que figuro con mas insistencia en un determinado momento fue el de san Buenaventura (devotus doctor Bonaventura), que aparece en el incipit o en el explicit de algunos codices tardios. En los albores del siglo XVI comenzo a mencionarse tambien el nombre de Tomas de Celano, gracias a la noticia transmitida por sor Battista Alfani, exabadesa y cronista del monasterio de Monteluce de Perusa. Para afrontar el problema de la paternidad de la Leyenda, planteado en el titulo de este libro, su autor, despues de una introduccion funcional, propone un trabajo dividido en tres capitulos: en el primero ofrece una introduccion a las fuentes clarianas; en el segundo presenta la sinopsis cromatica de las tres fuentes presentadas en la introduccion; en el tercero hace una lectura de la Leyenda a partir de los datos que emergen de la sinopsis. Los tres momentos de la investigacion se cierran con una conclusion que contiene tres argumentos dedicados a identificar a Tomas de Celano como autor de la Leyenda. El volumen aparece enriquecido con tres Apendices que ofrecen varias tablas sinopticas, una abundante bibliografia especializada y dos indices: uno toponimico y otro onomastico. Todo esta precedido por un elogioso Preface del Profesor Jacques Dalarun. El primer capitulo esta dedicado a la presentacion de tres fuentes clarianas, las unicas que para el autor tienen la categoria de tales: el Proceso de canonizacion, la Bula de canonizacion Clara claris praeclara y la Legenda sanctae Clarae virginis. La presentacion de esta ultima, como era de esperarse, tiene un desarrollo mas amplio dedicado a sus aspectos fundamentales, como la discusion entorno a su autor, la fecha de composicion, la division interna y las fuentes. El capitulo segundo, cuya introduccion comienza al final del primero, consiste en un estudio de la Leyenda a la luz de las que el autor considera son las fuentes de la misma: el Proceso de canonizacion y la Bula de canonizacion. El estudio es hecho a traves de una sinopsis cromatica conducida con gran esmero, segun la cuidadosa distincion de las formas y colores de los caracteres, definida previamente por el autor. En la columna de la izquierda fueron colocados los pasajes del Proceso de canonizacion en funcion de los de la Leyenda y en la del centro los textos tomados de la Bula de canonizacion, siguiendo el mismo criterio; en la de la derecha aparece el texto integro de la Leyenda, que sirve de eje articulador de toda la sinopsis. Este trabajo comparativo es completado con una tabla de recopilacion en la que, ademas de las dos fuentes principales, se senalan los paralelos con otras fuentes franciscanas. En su conjunto, este segundo capitulo es un trabajo minucioso y original, que resulta de gran utilidad para establecer con mas facilidad las influencias y diferencias entre los tres documentos y, por lo mismo, las fuentes de la Leyenda. Tomando como referente los datos suministrados por la sinopsis, el tercer capitulo esta dedicado al analisis de la Leyenda. La primera seccion del mismo se ocupa de la relacion inter-textual que resulta de la sinopsis, de la cual emerge con gran claridad el papel protagonico que tiene el Proceso de Canonizacion como fuente de la Leyenda y la credibilidad que merece la unica version del texto que hoy tenemos de ese documento; el autor pone tambien en evidencia los aportes dados por el hagiografo y los influjos menores de otras fuentes franciscanas y de la Biblia. La segunda seccion toma en consideracion las adendas procedentes de la tradicion oral o de otras fuentes no conocidas, para lo cual sigue el orden de los capitulos de la Leyenda. En este analisis el autor dedica un largo espacio a las adendas mas significativas hechas por el hagiografo, divididas en cuatro momentos: a) de la conversion de Clara a la promesa de obediencia, b) Clara y los Papas, c) la presencia de los companeros de Francisco en la vida de la santa, d) las exequias, los milagros y la canonizacion. Finalmente en una tercera seccion el autor analiza e interpreta algunos de los datos del Proceso omitidos en la Leyenda. La conclusion esta dedicada de modo exclusivo a la identificacion del autor de la Leyenda partiendo, sobre todo, de los elementos internos que ella ofrece, sin olvidar algunos datos externos. En un primer paso M. Guida responde a la hipotesis que haya podido ser un funcionario de la Curia romana, hecha inicialmente por Giovanni Boccali, con los datos encontrados en su analisis, o sea las 98 citas biblicas, las 34 referencias a san Francisco, en 6 de las cuales es llamado “padre”. En un segundo paso rescata como un verdadero “testimonio” la cita de la clarisa Battista Alfani en su vulgarizacion de la Leyenda hecha a comienzos del siglo XVI, en la que aparece el nombre de Tomas de Celano como el remitente de la carta-prologo dirigida al Papa Alejandro IV. En el tercer paso presenta seis grandes argumentos, todos de caracter interno, que le sirven de base para demostrar que el Celanense es el verdadero autor de la Legenda sanctae Clarae virginis. Mirado en su conjunto, el trabajo de Guida es pulcro en la presentacion, elegante y sobrio en la forma, denso y sustancial en su contenido. El autor demuestra hacer un buen manejo de las fuentes hagiograficas y, a lo largo del libro, ofrece una nutrida y solida documentacion bibliografica, usada con acierto en el momento oportuno. Se trata de un trabajo plenamente justificado, pues hasta el momento careciamos de un estudio sistematico que tomase la Legenda sanctae Clarae como fuente en toda su integridad. La originalidad de esta investigacion se acentua si se tiene en cuenta que es uno de los primeros estudios que se hacen a partir de la edicion “restaurada” por G. Boccali y publicada en el ano 2001. Uno de los aportes mayores de esta obra es el cuidadoso analisis sincronico- cromatico de la Leyenda con las dos fuentes que se tienen como mas seguras de la misma: el Proceso de canonizacion y la Bula Clara claris praeclara. Se trata de un metodo que ya habia sido aplicado con exito por la Clarisas de la Umbria y Cerdena para el estudio de las fuentes de la Regla de santa Clara (Chiara di Assisi e le sue fonti legislative. Sinossi cromatica), pero que, usado por M. Guida en su minucioso rastreo, ha sacado a flote con claridad los elementos originales que trae la Leyenda con relacion a sus fuentes. Este ejercicio, que le brindo al autor ricos elementos para sus analisis y conclusiones posteriores, seguira siendo sin duda de gran utilidad para quienes deseen seguir studiando la Leyenda clariana con detenimiento. Entre las conclusiones evidentes que emergen del ejercicio sinoptico hecho en el cap. II de este trabajo, esta la verificacion de la credibilidad que merece la unica version que hoy tenemos del Proceso de canonizacion, o sea la vulgarizacion hecha probablemente por la clarisa Battista Alfani entre finales del siglo XV y comienzos del XVI. En efecto, a traves de su confrontacion con la Leyenda, se puede constatar que es una traduccion bastante fiel del texto que debio usar el autor de la misma, quien seguramente uso la version latina de las declaraciones dadas por los testigos en dialecto umbro, version que habia hecho el notario de la comision interrogadora del Proceso. La confrontacion puntual y sistematica hecha en la sinopsis, brinda una gran claridad en este sentido. No cabe duda de que el aporte mayor dado por el trabajo de M. Guida son los argumentos a favor de Tomas de Celano como el verdadero autor de la Legenda sanctae Clarae virginis. En su estudio no afronta directamente la atribucion a san Buenaventura que aparece en algunos manuscritos tardios, quizas debido la fragilidad de los argumentos. Su interes se centra, sobre todo, en deshacer la suposicion de que el autor pudo haber sido un funcionario de la curia pontificia (hipotesis de Boccali), frente a la cual demuestra con datos precisos la presencia en la Leyenda de multiples referencias biblicas, las frecuentes menciones de san Francisco, el dominio que el hagiografo manifiesta tener de la vida de la Orden y su conocimiento de muchos de los acontecimientos ocurridos en S. Damian no mencionados por sus fuentes; a estos argumentos de critica interna agrega el valioso dato de la traduccion hecha por la Clarisa B. Alfani de la carta de saludo dirigida por el autor al papa Alejandro IV, en la que se presenta como “frate Thoma da Celano” que “con votiva subiectione si racomanda co・gli devoti baci del・gli beati piedi”. Se puede decir que despues de su conclusion, que confirma las opiniones que en este sentido habian expresado varios estudiosos, sera muy dificil negar la paternidad celaniana de esta obra y aceptar otras propuestas que no tengan una muy solida fundamentacion. El presente volumen, publicado por la Sociedad de los Bolandistas de Bruselas, recoge una buena parte de la tesis doctoral que en 2007 M. Guida habia defendio en el Instituto de Espiritualidad de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma con el titulo: Legenda sanctae Clare Virginis. Analisi storico-critica di una fonte della spiritualita medievale. El esquema de la tesis guardaba una estrecha relacion con este titulo, pues el objetivo del trabajo apuntaba a un analisis historico-critico no solo de un texto medieval, sino de una fuente de la espiritualidad; para afrontar esta segunda dimension, la tesis comprendia un capitulo (el IV) dedicado al analisis de la espiritualidad. En el actual volumen se ha roto el hilo logico que guiaba el trabajo doctoral, pues se le ha colocado un titulo que apunta, a modo de hipotesis, a un autor no mencionado (Una leggenda in cerca d’autore) de la Vita de santa Clara. A pesar de este nuevo titulo, el volumen conserva casi todo el andamiaje logico de la tesis, al que solo se le suprimio el capitulo IV y se transformo en conclusion general el corolario que aparecia en el capitulo III, dedicado a Tomas de Celano como autor de la Leyenda. En la actual Introduccion general, que es la misma de la tesis, el tema del autor de la Leyenda aparece solo de paso (p. 9), no como planteamiento central del libro, tal como aparece en el titulo. La opcion de cambiar el titulo para esta edicion habria exigido, por lo menos, un nuevo enfoque de la introduccion y algun otro retoque en el interior de la obra, de tal manera que se justificara el nuevo titulo y la conclusion adoptada. Una segunda observacion critica se refiere al capitulo I, dedicado a la presentacion de las fuentes clarianas. A juzgar por el contenido de este capitulo, para el autor solo existen tres fuentes sobre la abadesa de S. Damian: el Proceso de canonizacion, la Bula de canonizacion y la Leyenda escrita por Tomas de Celano, a las cuales dedica un amplio espacio en su “Introduzione alle fonti clariane”. Creo que una verdadera introduccion a las fuentes clarianas no podia dejar de mencionar, asi fuera de paso, la existencia de las varias Leyendas menores y de los diversos documentos relacionados con la santa pero, sobre todo, no debia haber relegado a un lugar tan secundario la Legenda versificata sanctae Clarae Assisiensis. Con relacion a esta ultima, es sorprendente que M. Guida le haya dedicado solo siete lineas y una nota en la p. 38. Ya en la Introduccion general del libro, al enunciar en la p. 9 el contenido del primer capitulo de su trabajo, o sea la tradicion manuscrita de la Leyenda y las eventuales fuentes de la misma, el autor ignora por completo esta Leyenda. La razon de esta marginacion se basa en la hipotesis formulada por Luigi Pellegrini para explicar el cuarto lugar que ocupa esta leyenda dentro del conjunto de textos clarianos que trae el codice 338 de Asis, es decir, despues del Oficio liturgico de la santa, la Leyenda oficial, y los tres himnos liturgicos en su honor. Segun el estudioso, la colocacion de la Legenda versificata en este lugar se podria explicar por su composicion posterior. M. Guida juzga “molto convincente” la explicacion de Pellegrini y por eso excluye esta Leyenda de su trabajo. Creo que la explicacion de Pellegrini es digna de atencion pero no definitiva. La posicion que ocupa un documento en un manuscrito, que podria ser accidental y ser objeto de varias explicaciones, es una razon de caracter externo que no puede anular las multiples razones de caracter interno cuando se comparan las dos Leyendas. Optar por la primera sin tener en cuenta las segundas podria ser una solucion simplista y bastante comoda, que no contribuye a la solucion del dificil problema de la prioridad cronologica entre ambas Leyendas. Haber incluido la Legenda versificata en el analisis de la sinopsis cromatica, habria significado quizas el paso decisivo para aclarar tan agitada cuestion. Es de esperarse que en un futuro no muy lejano alguien se decida a hacer este trabajo, que no solo llevaria a establecer con claridad el tiempo de composicion de la Leyenda versificada sino que contribuiria tambien a rescatar su justo valor como fuente clariana. Una tercera y breve observacion se refiere a los cuatro parametros seleccionados por el autor (la conversion de Clara; su relacion con los Papas; los companeros de Francisco; las exequias de la santa, sus milagros y la canonizacion) para hacer la lectura de la Leyenda, tema central del capitulo tercero. La razon de esta seleccion es porque constituyen el proprium del hagiografo. Pero una mirada rapida a la sinopsis hace ver que en la parte central de la Leyenda, dedicada a la conversatio de la santa, hay doce capitulos que, con justo titulo, contienen partes muy consistentes atribuibles tambien al proprium del hagiografo. Estamos, por tanto, ante una seleccion que pone en evidencia el marcado interes de Guida por los aspectos historicos del documento, ignorando en su lectura una buena parte de los elementos constitutivos de una leyenda hagiografica. La ultima anotacion afecta quizas mas al editor que al autor, pues serefiere al indice onomastico que no es completo o que, por lo menos es confuso, pues no presenta con claridad los criterios que guiaron su composicion. Las anteriores anotaciones criticas no pretenden desconocer el gran valor que tiene el trabajo de Marco Guida que, a no dudarlo, sera en adelante un punto obligado de referencia cuando se pretenda tratar sobre la cuestion relacionada con el autor de la Legenda sanctae Clare Virginis. Por este valioso aporte asi como por la forma magistral como condujo la lectura sincronica de las tres fuentes seleccionadas por el, merece todo mi reconocimiento y mi augurio de que nos siga deparando trabajos de esta naturaleza.



 
 
 
 
 
 
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