Oviedo Lluis ,
Recensione: S.G. Post, Unlimited Love, S.G. Post, B. Johnson, Research on Altruism & Love,
in
Antonianum, 79/2 (2004) p. 386-388
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Sumario en espaņol:
El tema del altruismo despierta gran interés en varias disciplinas teóricas, especialmente en los últimos años. Se ha publicado mucho en todos los campos que podían verse implicados: ciencias sociales y humanas, sobre todo, pero también la biología y, cómo no, la teología. Algunos lo han descubierto como uno de esos temas ideales que más invitan a la interdisciplinariedad, al solicitar la intervención experta de varios saberes, para explicar su “enigma” o “misterio”.
La conocida Templeton Foundation promueve desde hace algunos años un proyecto de investigación sobre el altruismo, o como prefieren denominar sus asociados, sobre el “amor no limitado”. Esta iniciativa se inscribe en un amplio programa de estudios en torno a los campos donde más se conjugan las ciencias y las religiones. El motor de este esfuerzo parece ser una especie de “espiritualidad” o de amplia aspiración a la trascendencia, que se nutre, además de las religiones positivas, de intuiciones emanadas de amplias áreas científicas.
Los libros que comentamos son una buena muestra del trabajo que lleva a cabo la Fundación, así como de sus intereses y del modelo que proponen para tender puentes entre ciencia y teología.
En primer lugar, la obra de Post, Unlimited Love, gira en torno a las manifestaciones más radicales del amor desinteresado. Tales fenómenos suscitan un interés antropológico pues se asocian a una disposición personal más saludable en quienes los practican, al tiempo que “revelan” una fuente de trascendencia de índole propia. Quizás nos encontremos entonces ante otra versión del liber naturae, a nivel antropológico. El amor sin límites se convierte en una nueva clave de lectura de lo real, en grado de transmitir, además de un mensaje más positivo sobre la naturaleza humana o de la sociedad, un impulso a la pacificación, una fuente de reconstrucción ética, nuevas vías de trascendencia para todos, y de convergencia entre las grandes religiones.
Post presenta su obra como un intento de salir al paso del pesimismo que provocan tanto recientes hechos violentos muy dolorosos, como un ambiente científico más interesado en la parte oscura de lo humano. El libro en ese sentido parece más un manifiesto que un tratado de corte científico, y de hecho sus referencias se reparten entre las ciencias biológicas, humanas y sociales, por un lado, y las apelaciones de orden moral y religioso, como una continua llamada a cambiar el paradigma egoísta desde el que se comprende lo humano y a cultivar esa otra dimensión del amor, quizás un tanto descuidada.
Ciertamente el fenómeno del altruismo, o del amor no limitado, invita a repensar algunas de las cláusulas antropológicas más asentadas en la mente occidental; su incontestable presencia empírica puede ser silenciada con los sabidos recursos ideológicos o más o menos científicos, para reducirla a mera apariencia, o bien a manifestaciones sutiles del egoísmo, que sería la clave de lectura fundamental de lo humano. Sin embargo el autor insiste, más allá de los límites formales entre lo descriptivo y lo valorativo, en la consistencia y legitimidad del amor desinteresado, en su capacidad de mostrar lo mejor de lo humano y de apuntar a un sentido de trascendencia, pues esas formas de amor sólo pueden entenderse en cuanto nos conectan con una realidad superior, fuente del amor más puro y dativo.
Es interesante la reivindicación que hace Post de la herencia del sociólogo de origen ruso Sorokin, quien se ocupó con gran dedicación a este tema en un tiempo – principios del siglo XX – que conoció otras aproximaciones profundas, como la de Simmel. Es de gran utilidad su enumeración de las cinco dimensiones del amor: intensidad, extensión, duración, pureza y adecuación. Estas claves proveen una guía para el análisis y conocimiento de uno de los fenómenos humanos más difíciles de “organizar”, desde un punto de vista reflexivo. Ese esquema es aplicado en el contexto teológico y práctico, con resultados bastante interesantes.
La última parte del libro – unas 50 páginas – se dedica a la descripción del programa del “amor no limitado”, y a los proyectos de investigación que han sido financiados por esa Fundación, quizás una de las organizaciones no gubernamentales que invierte más en los estudios de ciencia y religión, y gracias a la cuál prospera dicho campo de trabajo interdisciplinar.
El segundo volumen, Altruism & Love, es una guía de gran utilidad para el conocimiento de las publicaciones en inglés – libros y artículos – sobre los diversos aspectos de la cuestión tratada. El material está muy bien presentado, y clasifica los trabajos en distintos campos: psicología, ciencias sociales, biología evolutiva, y estudios religiosos en conexión con la ciencia; está ausente la literatura más propiamente teológica, en el sentido tradicional. La bibliografía es presentada con amplia descripción de cada artículo o libro; en muchos casos se trata de verdaderas recensiones que ayudan al lector a hacerse una buena idea del estado de la cuestión en sus varios ámbitos. Las secciones sobre estudios empíricos presentan de forma ejemplar las distintas investigaciones realizadas siguiendo los estándares del rigor científico. Son reveladores los estudios sobre la incidencia del comportamiento altruista en distintos aspectos de lo humano y lo social, incluyendo la salud mental y física, así como sus implicaciones terapéuticas en varios campos, como el de las adiciones. Se trata de textos que deberían tener en cuenta los detractores del altruismo, laicos o religiosos, que a menudo se han pronunciado sobre el tema sin suficiente información.
La teología, y sobre todo la antropología teológica, haría bien en tomar en consideración esos estudios, especialmente los empíricos, pues en ellos también se cuestiona la incidencia de las creencias y prácticas religiosas en las actitudes altruistas, con resultados varios. Se trata de iluminar mejor nuestro conocimiento de lo humano, si aceptamos que esas ciencias son también un locus theologicus. Quizás haya sólo que lamentar que la amplia lista de aportaciones recoja estudios sólo en lengua inglesa, e ignore títulos y autores en otras lenguas, que han contribuido también a profundizar la relación entre teología y ciencias del altruismo, un esfuerzo en el que también me incluyo.
Por lo demás, seguramente quedan en el aire varias cuestiones en torno al programa más genérico que presenta Post en su libro Unlimited Love. Por supuesto que su esfuerzo es importante y debe ser reconocido, aunque en ciertas ocasiones la lectura del libro despierte algunas dudas, en especial desde el punto de vista teológico, en el que quizás era más deseable una profundización en grado de recoger la tradición teológica de autores como Agustín y Buenaventura; Tomás de Aquino está algo más presente. Agustín es probablemente quien mejor ha teorizado la intuición que recoge Post de que el amor más fuerte sólo puede tener un origen divino. En todo caso se esfuma un tanto la idea de que el tema del amor incondicional sea sobre todo un tópico cristiano, algo que se puede comprobar incluso con el análisis semántico inter-cultural. Probablemente la posición del autor tiende menos al compromiso confesional, y más a una ampliación de horizontes de carácter inclusivista o, más aún, universal. Por otro lado, el sentido de “espiritualidad” que describe, por ejemplo en p. 135 (“a trascendence over self and a discovery of the meaning and worth of others for their own sake”) hace pensar en una tendencia excesivamente “horizontal” de lo espiritual, una opción que puede dar razón a quienes sospechan que el énfasis en la dimensión altruista no sea tanto una reivindicación de trascendencia sino una forma de secularización interna de motivos cristianos. Sería bueno debatir estos puntos con el autor y que nos ayudara a aclararlos.
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