Alvarez Barredo Miguel ,
Recensione: Anselmo Dalbesio, « Quello che abbiamo udito e veduto ». L 'esperienza cristiana nel-la Prima lettera di Giovanni ,
in
Antonianum, 71/1 (1996) p. 123-124
.
Sumario en español:
El presente estudio representa sustancialmente una tesis doctoral de teología bíblica presentada en el Estudio Bíblico Franciscano de Jerusalén. La obra comprende siete capítulos con la correspondiente conclusión. Una serie de excursus se intercalan a lo largo de la exposición.
El autor en este caso no se centra inmediatamente en la lectura del texto, sino que ofrece al lector dos valoraciones de la experiencia religiosa. La primera se fija prioritariamente en aspectos filosóficos, abundando en consideraciones antropológicas, y la segunda concretiza los conceptos, puesto que analiza la experiencia religiosa en el Antiguo y Nuevo Testamento. Este modo de proceder facilita al lector la comprensión del tema en el escrito joánico, y al mismo tiempo se subraya la actualidad del tema. La experiencia religiosa alcanza lo más profundo de la existencia y abarca la totalidad de la misma. Este dinamismo ayudará a comprender los textos joánicos. Tal globalidad a nivel religioso se verifica también en el Antiguo y Nuevo Testamento, evidentemente, con sus connotaciones peculiares, que después serán desarrolladas en el transcurso del trabajo.
El capítulo tercero proporciona los criterios teológicos de la experiencia cristiana. Para ello son identificados los textos fundamentales de la carta (pgs.68-72), y a partir de ahí se posibilita una serie de términos que constituyen el cuerpo de la experiencia religiosa en la primera carta de Juan. La salvación histórica donada por Dios abarca a toda la persona, que la lleva a manifestarse en situaciones concretas, que indican una nueva y radical orientación de vida. No quedan espacios para evasiones o ilusiones. Este capítulo concentra las motivaciones teológicas, ya que el siguiente capítulo, el cuarto, se fija en los aspectos eclesiales de la vivencia religiosa, que no deben reducirse al sentimiento personal, sino a abrirse a la comunión con Dios y con los creyentes. Para ello el autor se apoya en una terminología concreta que le ofrece la carta.
Una vez identificados los apoyos teológicos, el autor en el capítulo quinto retoma conclusiones precedentes y estudia la fenomenología religiosa cristiana, concentrada en los sentidos (oído, vista y tacto); para esto no duda en adentrase en la literatura intertestamentaria. Esto hace comprobar que la carta es deudora de un contexto espiritual más amplio.
El capítulo sexto especifica que la experiencia cristiana se funda en la fe y en el amor. Este apoyarse en la presencia divina desvelada en su amor evita que la experiencia no sea condicionada por los estados de ánimo del creyente, ya que ésta no se mide solamente con las precarias condiciones humanas, sino que se apoya en Dios y se realiza con las colaboración del creyente. Este estar afirmados en Dios otorga seguridades al creyente, que son objeto del análisis del capítulo séptimo. El creyente experimenta su nueva personalidad, cuando deja actuar a Dios en su existencia.
Nos encontramos ante una obra de teología bíblica, en la cual existe un equilibrio entre el análisis del texto y las conclusiones de carácter teológico. A veces en este tipo de estudios uno se topa con consideraciones, en las cuales predominan valoraciones técnicas, quedando en penumbra la riqueza de la palabra divina. En este caso el autor continuamente procura desvelar el significado del mensaje joánico; en el transcurso de la obra se alternan con armonía unas partes donde se aprecia el contacto cercano con los textos y otras que insisten en los aspectos de la fe con alcance antropológico. Tomada en su conjunto, nos hallamos ante una obra que aporta una excelente contribución al conocimiento de la primera carta de Juan.
Una cosa que se echa de menos es un contraste con el evangelio de Juan, concretamente con los capítulos que caen en la misma órbita redaccional. Quizás esta comparación le hubiera dado un horizonte más amplio.
No obstante esta laguna, nos encontramos ante un estudio bien logrado sobre un aspecto de la teología joánica y al mismo tiempo de gran utilidad para una reflexión eclesial.
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