Manzano Isidoro ,
Recensione: Der Begriff der Religión. Ein symposion, Hrsg. Walter Kerber,
in
Antonianum, 68/2-3 (1993) p. 412-413
.
Sumario en español:
Hoy dia los problemas se han vuelto tan complejos que se requiere «equipo» para tratarlos. Lo que tiene sus ventajas y sus inconvenientes, sin duda. Esto justifica la abundancia de simposios que se celebran en torno a temas determinados.
Este que comentamos, hace el número noveno de la «rottendorf-Stiftung», inscrita en la Facultad filosófica de los Jesuítas de München. El tema que en él se trata es el de la «religión».
El tema está abordado desde cuatro puntos de vista y su desarrollo se ha encargado a otros tantos autores solventes.
El primer punto de vista es el de la Psicología religiosa, vista ésta en perspectiva del psicánalisis. Su desarrollo se deja en manos del experto Prof. Gerd Hummel, de la Universidad de Saarbrücken. Su conclusión es que el hombre está constituido por una cierta dimensión de religiosidad, como lo avala la psicología profunda.
A distinta conclusión llegó el sociólogo Günter Dux, profesor de la Universidad de Freiburg. Tras un análisis de la sociedad comprendida e interpretada en categorías «sujetualista» o compuesta de sujetos hace ver que, en tal sociedad, hay fundamento y raíz para una justificación de la religión. Pero hoy vige una interpretación «funcionalista» de lo social. Y en una tal interpretación, lo religioso está demás.
Heinrich von Stietencron, Asstente de la «Rottendorfprojekt», desarrolla el tema desde el punto de vista de la multitud de religiones: si ellas suponen un cierto concepto común y aceptable por parte de todos.
Por fin, el Prof. Falk Wagner, de la Universidad de Viena, trata el tema desde el punto de vista de la filosofía especulativa en la dirección de una «funda-mentación» dentro de un ambiente kantiano y hegeliano, como buen alemán.
A las ponencias siguen jugosos diálogos en donde se aclaran conceptos y se alcanzan ciertas perspectivas de unidad.
Tanto los trabajos como la discusión se hacen con suma seriedad y profundidad. Un buen libro que no impide, sino que, por el contrario, estimula al lector a un diálogo intenso con lo que está leyendo.
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