Datos sobre la publicación:
Recensione: The critical problem of knowledge. The solutions proposed in the various ecclesiastical faculties of Rome

El título indica ya de qué se trata: del así llamado problema crítico y de cómo él está visto y abordado por los diversos epistemólogos que enseñan epistemología en las diversas facultades filosóficas de las universidades eclesiásticas de Roma.

Mas la cosa sucedió así: desde el año 1983 hasta el de 1987 venían apare­ciendo en la revista «Aquinas», de la universidad del Lateranum, diversos artícu­los sobre el tema y ahora han sido recogidos en este volumen de la colección de «dialogo di filosofía». El texto original era italiano y aquí, en el volumen, se nos los ofrece traducidos al inglés.

La sensación que queda después de leer este volumen es semejante a la que nos produce la asistencia a un congreso de filosofía: todos hablan de las mismas cosas, al menos en principio, pero todos lo hacen comprendiéndolo de otra ma­nera. Y esto de comprenderlo de otra manera no es solamente al modo de decirlo o expresarlo, sino que concierne al contenido objetivo mismo que es, por supue­sto, lo que parece organizar los discursos variados. Y así podemos decir que los diversos autores están hablando de otra manera sobre cosas diversas. Sobre esto, acontece que uno desacredita lo que otro acepta. Si se compara lo que nos dice el P. Huber, por ejemplo, sobre la refutación de la comprensión representacionista del conocimiento (p. 107) y lo que parece aceptar de Popper B. Mondin (p. 40s.) y si, además, se cita a Sto. Tomás (p. 41) en confirmación de lo dicho por Popper entonces hay que preguntarse: pues bueno, ¿de qué estamos tratando?. Añadiré que lo que nos dice Popper no sobrepasa a los análisis agustinianos de la «memo­ria» y que en Escoto encuentra una crítica y un desarrollo en el sentido de la pre­cisión. Pero esto es otra cosa.

A mí me parece (es mi opinión) que el P. Blandino se aproxima bastante a lo original del problema crítico tanto en su escrito como en su discusión con el P. Jammarrone, en quien la presencia de Veuthey parece estar operante. Pero Blan­dino permanence demasiado en la linea, me parece suparada, del P. Picard. Por lo demás, muchos no estarían de acuerdo sobre la cuestión de la experiencia «me­diata» del proprio cuerpo, como el autor enseña. Las razones «científicas» son, en este problema, inoperantes.

De lo anteriormente dicho se desprende que la publicación en un volumen de estos puntos de vista en torno a un (hipotético) único tema, el del problema del conocimiento, tiene su interés. Pero tiene también sus inconvenientes, pues que es un pensar «dispersivo» en dependencia del punto de vista desde el que cada autor legítimamente lo trata.