Datos sobre la publicación:
Recensione: Santo Domingo de Guzmán. Fuentes para su conocimiento, edición dirigida por L. Galmés y V.T. Gómez

La misma colección de la BAC había publicado en 1947 una obra sobre Sto. Domingo con los principales documentos contemporáneos para el conocimiento de su vida y de su espíritu; aquélla, reeditada aun en 1965, viene ahora suplantada por esta que presentamos, elaborada con criterios más conformes a las exigencias históricas actuales: con algunos documentos que hasta ahora no se habían publi­cado, y con una puesta general al día en introducciones y en la bibliografía.

Entre las biografías primitivas del santo, viene en primer lugar la de Jordán de Sajonia; sigue el Proceso de canonización, documento particularmente pre­cioso tratándose de un santo de aquella época; se publican varias biografías escri­tas para uso litúrgico, muy similares por cierto entre sí (de Pedro Ferrando, de Constantino de Orvieto, de Humberto de Romans) y otras en que lo referente a Sto. Domingo forma parte de historias más amplias (Rodrigo de Cerrato, Gerardo de Frachet); y otros relatos históricos menores. Aun sabiendo que en aquelle época no había ciertamente el sentido crítico que ahora exigimos en la historia, sorprende la sobreabundancia de referencias portentosas en estos relatos: visio­nes, milagros, sueños, y elementos fantasiosos de toda índole. - Un detalle de er­rata: en la p. 364 nota 76 se data en 1934 un acto del Papa Gregorio XVI.

Como en una segunda parte, se publica lo que ha podido subsistir de la obra literaria del santo: las Constituciones primitivas de la Orden (interesantes para la historia de la legislación propia de la vida religiosa, aunque para hoy nos resultan comprometidas con la meticulosidad y el ascetismo de la época), y, en estilo se­mejante, las Constituciones de las Monjas de San Sixto.

En una tercera parte, dedicada a documentos diplomáticos, se recogen tres cartas atribuidas a Sto. Domingo (dos de ellas, referentes a su labor de represión de la heregía en el sur de Francia), y otros documentos realmente diplomáticos relacionados de alguna manera con el santo, y once bulas papales sobre la Orden en vida del Fundador.

Evidentemente, todo el volumen es de sumo interés para la Familia Domini­cana y cuantos quieran estudiar al Santo sobre la base de los documentos más an­tiguos, como justamente proclama el Maestro General de la Orden en la presen­tación de la obra. A otros, nos resulta un poco difícil descubrir el espíritu del santo a través de muchas de estas páginas.