Vazquez Janeiro Isaac ,
Recensione: JUAN MESEGUER FERNÁNDEZ, El cardenal Cisneros y su villa de Alcalá de Henares,
in
Antonianum, 59/3-4 (1984) p. 682-683
.
Sumario en español:
Unos meses antes de morir en 1517, el protagonista de estas páginas, encabezaba así un documento: « Don Francisco Ximénez de Cisneros por la divina miseración cardenal de España, arcobispo de Toledo, primado de las Españas, chanceller mayor de Castilla e gobernador destos rreynos de Castilla... »; cada uno de estos títulos bastaría para hacer célebre a su poseedor. Sin embargo, cuando se habla de Cisneros en el mundo de las letras, su nombre va íntimamente ligado al de una pequeña villa: Alcalá de Henares, la antigua Complutum. Para Cisneros, Alcalá era « su » villa, porque formaba parte de su arzobispado y de su señorío y porque la eligió como sede de su Universidad y de la Biblia Políglota, dos monumentos señeros del humanismo teológico. Si Alcalá sin Cisneros no llegaría a alcanzar la fama que alcanzó, también se puede decir que la obra cultural y reformadora de Cisneros no se puede comprender sin Alcalá.
Merecía, pues, bien la pena dedicar una monografía especial a las relaciones personales de Cisneros con su villa. El libro que ahora presentamos cumple satisfactoriamente ese cometido. El A., que consagró toda su vida a estudios cisnerianos y afines, traza con mano maestra una síntesis de la vida y de las actividades del cardenal en Alcalá y desde Alcalá. En Alcalá — « morada, capital y corte » — tomó Cisneros, solo, o junto con los reyes católicos, acuerdos importantes y firmó documentos de trascendencia histórica; pero lo que más llama la atención es la escrupulosidad con que aquel hombre, oprimido por gravísimos problemas del Estado y de la Iglesia, sigue día por día los problemas, aun los más insignificantes, de su villa, y los resuelve personalmente uno por uno: problemas de urbanística, de logística, de salubridad, de administración de la justicia... Meseguer los describe con abundancia de datos arehi-vísticos y cronísticos y en su habitual estilo preciso y conciso.
La monografía (que constituye el primer número de una «serie cisneriana »), está ilustrada con láminas fuera del texto y lleva al final un « apéndice » que recoge 19 documentos hasta ahora inéditos. La edición fue patrocinada por la Diputación de Madrid.
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